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martes, 4 de octubre de 2011

Características del Art Déco




Hablar del término o estilo Art Déco como tal es explicar un conjunto de diferentes manifestaciones estéticas que se dieron cita en la ya citada Exposition Internationale de Arts Décoratifs et Industriels Modernes de 1925 .Dichas manifestaciones constituyeron una época de la decoración que inundó todos los ámbitos de la vida cotidiana, desde una lámpara hasta un edificio completo y que alternó con los movimientos de vanguardia.

El Art Déco, se va a identificar a través de líneas rectas, formas geométricas y compactas. Nuevos materiales caros y extraños, serían utilizados en los productos que salen de los "ateliers" para cumplir con los deseos de una élite caprichosa: el cromo, metal de color argentino y cristalino, la baquelita, resina sintética y moldeable, y el plástico que podía aplicarse de múltiples maneras. También estaban las exóticas maderas y otros elementos naturales traídos de tierras lejanas que se utilizaban en los muebles y en la confección de atuendos de vestimenta: la madera de amboina traída de las Islas Molucas y que recibió dicho nombre por provenir de la capital Ambon o el ébano del estrecho de Macasar en Indonesia; la piel áspera del pez zapa, la concha de tortuga conocida como carey, la piel de serpiente o de tiburón. Todo esto reflejaba las excentricidades a las cuales se acostumbraba esa clase acomodada que a través de objetos lujosos de decoración mostraban su estatus social.

Época de consumo que provoca que los grandes almacenes comerciales sean decorados atractivamente para atraer la atención de los consumidores. Todo esto se esparce y se da a conocer a través de la publicidad, en donde el cartel toma gran importancia.

Y toda esa nueva gama de productos y diseños se verán contagiados por lo geométrico, lo cual se proponía y trabajaba en algunos movimientos artísticos de vanguardia o estaba en relación con las máquinas de la industria. Pero lo geométrico también será tomado por la colección de piezas africanas que tanto Braque como Picasso usaran en el Cubismo, o también de lo egipcio, pues en 1922 Howard Carter exhuma la tumba de Tutankamon y cobra fuerza la maldición de los faraones por la repentina muerte del descubridor y los motivos decorativos del antiguo Egipto se ponen de moda; además, las ruinas teotihuacanas, mayas y objetos de la cultura mexica se vuelven a revalorar al igual que las tierras peruanas de Machu-Pichu: las culturas prehispánicas sudamericanas y mesoamericanas cobran importancia, así como también los indios Pueblo de los Estados Unidos, inundando los ambientes de la decoración e inclusive de la moda: zigzags, soles radiantes, cactus hiératicos, figuras de perfil, mujeres cleopatrizadas, templos escalonados, atuendos indígenas mesoamericanos e incas, se ritualizan junto con los zigurats mesopotámicos y bailarinas indúes o balinesas que se rescatan del olvido occidental en un intento de voltear hacia culturas exóticas y encantadamente fantásticas.

La era de la máquina y de un mundo industrial provoca la producción a gran escala que da por consecuencia los intercambios comerciales mundiales y los negocios internacionales que se desplazan a la velocidad del ferrocarril o en la comodidad y lujo de los monumentales trasatlánticos. O bien, los recorridos en automóviles descapotados y en aeroplanos que desafían las alturas y más aún después de que el Atlántico fue atravesado sin escalas en 1927 por Charles Lindbergh (1902-1974), consagran el triunfo de la aplastante motorización. Surge la visión "poética" de la máquina, del mundo moderno, mecanizado donde el mito del robot algún día tomará el mando de la civilización.

Todos esto se incorporará con las emisiones del diseño, el arte, la artesanía y la industria europea de la época de entreguerras y es lo que se conocerá más tarde como Art Déco.

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