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miércoles, 7 de julio de 2010




Durante la era victoriana, se produjo un retorno a los estilos de muebles británicos tradicionales.
La arquitectura sufrió una regresión hacia la elegancia extravagante

La importancia de la caoba
La caoba era la madera más común en la época y, más tarde, se trabajó con el nogal y el satín. El roble se trabajaba para las tallas en la réplica de piezas isabelinas y góticas. Igualmente, se teñían y ennegrecían para dar apariencia de antigüedad.

El comedor era la sala donde se reunía la familia tanto para comer como para rezar. El aparador presidía la sala y estaba coronado por un gran espejo tallado. Las mesas de comedor eran rectangulares con los ángulos cuadrados, con una construcción sólida y patas torneadas. Las sillas eran de estilo gótico o isabelinas, pero con una peculiaridad en el respaldo, que era abombado, además de tener las patas rectas. Muy populares eran los escritorios pequeños y con cajones al lado, las cómodas altas y con espejo; gran cantidad de mesas u mesitas, de juego, ovaladas, cuadradas, etc.. Todas las casas victorianas tenían su rinconera alta, acristalada y con estantes para exhibir objetos.

El estilo victoriano
Decoración
Denominado de este modo en honor a la reina Victoria I, quien impuso un estilo de vida donde primaba una férrea moral.
Para la clase media, esta época es sinónimo de prosperidad, el éxito obtenido se reflejaba en la casa. Siendo una sociedad puritana, la familia ocupaba el lugar privilegiado, al mismo tiempo, el hogar era el centro de reunión social y familiar.

El eclecticismo
La decoración victoriana es producto de la mezcla de lo mejor de otros estilos decorativos. Los salones estaban ricamente ambientados, con alfombras, paredes y cortinas sumamente coloridos. Hay un despliegue de detalles decorativos, como figuras, adornos, lámparas, etc. conformando ambientes íntimos y acogedores en su eclecticismo.

Materiales
La madera más empleada es la caoba, posteriormente se adoptaría el nogal y el satín. El roble era usado para tallas en réplica de piezas isabelinas y góticas, que se teñían y ennegrecían para darles apariencia de antigüedad.
Lo que caracteriza al mueble victoriano es el ornamento y no la forma.
Se pone de moda el cartón piedra en esta época, el cual era laqueado de negro y decorado con nácar.
El comedor es el centro de reunión familiar, que también sirve para rezar. El aparador preside la sala y se coronaba con un enorme espejo tallado.
Los muebles representativos del estilo victoriano:
Los juegos de comedor estaban compuestos por mesas rectangulares con ángulos cuadrados y construcción sólida, las patas estaban torneadas.
Las sillas eran de estilo isabelino o gótico, tenía las patas rectas y el respaldo combado. Los escritorios eran pequeños, con cajones al costado.
Las cómodas eran altas y tenían un espejo en el remate.
Había una gran variedad de mesas y mesitas, cuadradas, ovaladas, de juego, etc.
Los aparadores en rinconera, eran altos, acristalados y con estantes para exhibir objetos.
Los muebles de vestíbulo adquirieron gran importancia. Eran el sitio ideal para guardar sombreros, bastones y demás complementos. El reloj de pared era generalmente de roble o caoba.
Fueron muy utilizados los muebles tapizados, como la tradicional chaise longue, que brindaba espacio para varias personas. Otros sofás destacables fueron el confidente y el tête-a-tête. Existían algunos muebles fabricados en hierro forjado.

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