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viernes, 27 de julio de 2012
El Coliseo y su relación con la Domus Aurea
Este gigantesco anfiteatro (190 x 155 m) adopta su nombre de la palabra latina colosseus (colosal), pero no en alusión a su tamaño sino al hecho de haber sido construido junto a una colosal estatua del emperador Nerón.
El proyecto fue concebido por Vespasiano, que reconstruyó gran parte de la ciudad tras el caos provocado por Nerón (6979). Para ello eligió el centro de la ciudad, donde Nerón había construido una mansión (Domus Aurea) junto a un lago artificial. En primer lugar se vació el lago en las aguas del Tíber.
Los cimientos de hormigón se introdujeron a 5.5 m de profundidad en el lecho del río, cubierto con una capa de gravilla. A continuación se levantaron 80 paredes de hormigón para construir el perímetro del óvalo que rodea la pista; las paredes soportaban el peso de las gradas de mármol, que alcanzaban una altura de 48 m. Para la construcción de las paredes se empleó un tipo de caliza blanca o de color claro extraída en las canteras de los alrededores de Roma.
Se utilizó una cantidad de piedra y argamasa equivalente a la de tres catedrales medievales: 750,000 toneladas de piedra tallada, 8,000 toneladas de mármol y 6,000 toneladas de hormigón. No se pasó por alto ni un detalle en lo que a comodidad se refiere. Se colocaron en las gradas toldos y almohadones de seda y, según cuenta el poeta Calpurnio, de las fuentes manaba agua perfumada.
La decisión de Vespasiano de construir el Coliseo en el emplazamiento del lago de Nerón podría interpretarse, como un gesto popular para devolver a la gente un área de la ciudad de la que Nerón se había apropiado para uso exclusivo.
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