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martes, 29 de mayo de 2012

LETRINAS ROMANAS

A modo de W.C. era frecuente que en las domus hubiera una letrina consistente en un asiento con agujero. Se situaba en la cocina, junto a las pilas de fregar y así se aprovechaba el agua para arrastrar los deshechos. Las mujeres realizaban sus necesidades fisiológicas en sus aposentos, en orinales que las esclavas se encargaban de limpiar. Pero además de estas letrinas particulares, en la vía pública se colocaban vasijas donde los hombres podían orinar. Esta orina era utilizada en las "fullonicae" (lavanderías) para blanquear la ropa gracias a su alto contenido en amoníaco. Dado su uso industrial, Vespasiano dictó una ley para cobrar un impuesto sobre la orina. También utilizaban la propia orina, mezclada con piedra pómez pulverizada, como dentífrico. También de uso comunitario eran los "forica", letrinas situadas en recintos especiales, como las encontradas en Ostia Antica, o integradas en las termas, en cuyo caso se utilizaba el agua usada en los baños para arrastrar los restos hasta las cloacas. Estos "forica" consistían en largos asientos corridos horadados con agujeros donde las personas se sentaban, unas junto a otras, para evacuar mientras se charlaba de política, negocios o se comentaban chismes. Al terminar se limpiaban con unas esponjillas atadas a un palo que estaban preparadas en un recipiente. Una vez usadas, se devolvía el palo y se tiraba la esponjilla por el agujero. Por debajo de los asientos corría continuamente el agua para su limpieza. Desde principios del siglo III a.C., con la influencia griega y la aparición de las termas públicas, los romanos más adinerados empezaron a introducir baños privados en sus casas (balneum). La construcción de acueductos y la mejora de las obras públicas hizo accesible el uso de agua para todos y su calentamiento para el baño. El baño pudo en un principio haber consistido en una bañera aislada, hecha de distintos materiales, o una de obra encajada en una habitación. Cuando estos baños se hicieron más amplios y suntuosos se amplió su espacio y se incorporaron más salas. A modo de W.C. era frecuente que en las domus hubiera una letrina consistente en un asiento con agujero. Se situaba en la cocina, junto a las pilas de fregar y así se aprovechaba el agua para arrastrar los deshechos. Las mujeres realizaban sus necesidades fisiológicas en sus aposentos, en orinales que las esclavas se encargaban de limpiar. Pero además de estas letrinas particulares, en la vía pública se colocaban vasijas donde los hombres podían orinar. Esta orina era utilizada en las "fullonicae" (lavanderías) para blanquear la ropa gracias a su alto contenido en amoníaco. Dado su uso industrial, Vespasiano dictó una ley para cobrar un impuesto sobre la orina. También utilizaban la propia orina, mezclada con piedra pómez pulverizada, como dentífrico. También de uso comunitario eran los "forica", letrinas situadas en recintos especiales, como las encontradas en Ostia Antica, o integradas en las termas, en cuyo caso se utilizaba el agua usada en los baños para arrastrar los restos hasta las cloacas. Estos "forica" consistían en largos asientos corridos horadados con agujeros donde las personas se sentaban, unas junto a otras, para evacuar mientras se charlaba de política, negocios o se comentaban chismes. Al terminar se limpiaban con unas esponjillas atadas a un palo que estaban preparadas en un recipiente. Una vez usadas, se devolvía el palo y se tiraba la esponjilla por el agujero. Por debajo de los asientos corría continuamente el agua para su limpieza. Desde principios del siglo III a.C., con la influencia griega y la aparición de las termas públicas, los romanos más adinerados empezaron a introducir baños privados en sus casas (balneum). La construcción de acueductos y la mejora de las obras públicas hizo accesible el uso de agua para todos y su calentamiento para el baño. El baño pudo en un principio haber consistido en una bañera aislada, hecha de distintos materiales, o una de obra encajada en una habitación. Cuando estos baños se hicieron más amplios y suntuosos se amplió su espacio y se incorporaron más salas.

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